domingo, 15 de marzo de 2015

Con miedo a perder(te)
Con miedo a olvidar(te)
Con miedo a abrazar(te)
Y sentir(te)
Cada vez más lejos
Cada vez más distante

Con miedo a que(me) olvides
todo lo que he(mos) sido
todo lo que he(mos) luchado
A que un día sin saber 
ni cómo ni por qué
ya no estés 





jueves, 27 de noviembre de 2014

Hamor

La amistad no entiende de diferencias, de distancia, de opiniones. La amistad son esas palabras duras pero sinceras que te golpean fuertemente contra la realidad porque se preocupan por ti. Es estar junto a ti cuando lo necesitas y cuando no, pero sobre todo cuando necesitas a alguien que te haga sentir que no estás sola. Es alegrarse por el otro a pesar de todos los contras que puedes encontrar, a pesar de que tu opinión contraste con su forma de ser feliz, con tu definición de lo adecuado. Es demostrar con hechos, no con palabras. Es demostrar que como todo tonto puedes hacer reír con inmensas tonterías en los momentos débiles y convertirte en un poco moñas por la sensibilidad menstrual, alcohólica o porque simplemente te da la real gana. Es estar junto a los tuyos cuando tú no puedes estar allí con ellos.
Ojalá y dure.


y sí, sé que amor se escribe sin h.

sábado, 4 de octubre de 2014

Tú.

La mayoría de lo que he podido aprender de esta vida ha sido gracias a ti. Todos tus consejos, tu manera de vivirla, tu manera de dejar todo por los que realmente importan. Tu humildad, tu generosidad, tu sinceridad, tu mala leche, tu manera de poner los puntos sobre las íes y decidir en quién se puede confiar o no. Tu manera de demostrarme que no pasa nada cuando un problema no es tan importante. Tu decisión, tu cabezonería, tu ambición, tus "quiero esto que tengo entre ceja y ceja ahora mismo". Tus "por ahí hemos pasado todos". Tu manera de preocuparte en silencio. Tus silencios. Tus "pásalo bien pero con cuidado". Tu manera de confiar en mí y no querer que me marche. Tu "siempre te apoyaré en todo lo que decidas". Tus dichos, tus bromas, tus lecciones, tu manera de sorprender. Tú.
Gracias.

viernes, 29 de agosto de 2014

"Disfruta ahora que eres joven"

Nuevos miedos llegan a mi puerta. Jodidos miedos. Esta vez toca el timbre el de ¿y si me hago mayor sin haber disfrutado la vida? ¿Y si de repente me ocurre algo que impide que la disfrute?
Ver que no he hecho lo que realmente quería, no he vivido lo que quería, no he cumplido mis sueños, no he hecho lo que realmente me ha dado la gana sin pensar en los demás, en todas las consecuencias futuras antes que en el presente. Dudar de si realmente tienes tantos momentos "mercedora" como crees, esos momentos que recordarás de mayor sentado en una silla con una gran sonrisa.
Pero, ¿por qué narices te quedas ahí quieta sin hacer nada? ¿Por qué siempre pisas el embrague y el freno en vez de pisar fuerte el acelerador sin preocupaciones? Parece que dejarse llevar suena demasiado bien.




Y es que te tiene que pasar algo atípico en ti para que todo se nuble, caigas y contigo todas tus malas decisiones, todos tus "y si", tus preocupaciones.  Para que realmente te pares a pensar en si eres feliz donde estás o no.

sábado, 16 de agosto de 2014

Lo prometido es duda

"Se acaba una relación. Se acaba una relación y te mueres de adiós. Se acaba una relación te mueres de adiós y entre tanto descalabro, acabas olvidando tu remolque de promesas rotas. Ese remolque que, impulsado por la pasión inicial y el romanticismo más optimista, jamás perdió la velocidad de crucero. Tú te paras, te apeas, provocas baja emocional, pero tarde o temprano ese remolque vendrá a por ti, atropellándote con toda su inercia, mala hostia y celeridad.
Y si en algún momento te falla la memoria no te preocupes. Padres, suegros, hijos, amigos y familiares varios están ahí para darle un último impulso al remolque justo en el instante del impacto, y recordarte los planes que teníais, lo mucho que la querías, lo mucho que la quisiste, lo mucho que aún deberías estar queriéndola si de verdad fueses cumplidor y no este hatillo de decepciones  en el que con los años te nos estás convirtiendo.
Las promesas. Las promesas duelen siempre a destiempo. Serían el equivalente a criar un tigre de Bengala. Sabes que al principio es monísimo, tierno, encantador, pero que algún día, sí o sí te arrancará un brazo, una pierna, o cualquier ora extremidad. Y así andamos, cada ve más cojos, más mancos o lo que es peor, con menos extremos que arrancar.
Llega un momento en el que ya no te crees nada de lo que te dices. Es cuando te das cuenta de que con los años, a toda promesa le ha salido un matiz. Te querré hasta fin de año, tendremos un hijo para cada uno, se llamarán como tu cartero y mi estilista, viviremos en casa de tus padres cuando se mueran los dos.
Prometer es mentirle al destino. Prorratear lo inexpugnable. Autojoderse en diferido. Aunque claro, parece que prometerse cosas acaba siendo necesario para avanzar. Con uno mismo y con los demás. Porque actúa como timón de las relaciones sentimentales: marca el rumbo a seguir, pero ni de coña te esperes que sople viento sobre las velas.
Pero es que si no prometes nada, tarde o temprano te enfrentarás a la pregunta a la que se enfrentan los que se cometen la desfachatez de vivir al día, de disfrutar el momento, de habitar sola y únicamente en el presente. Cariño, hacia dónde va lo nuestro.
Yo cada día me siento más orgulloso de mis dudas. Las únicas que, con los años, jamás me van a traicionar.
Hoy, mientras la palabra nosotros se me escurre líquida entre los dedos, me voy dando de bruces con todas y cada una de mis incompetencias emocionales. No he sido capaz de hacerte feliz,. No he sido capaz de estrecharte entre mis lazos. No he cumplido casi ninguna de mis promesas. No he respondido casi ninguno de tus porqués.
Y aún así hay algo que quiero y puedo decirte.
Que pase lo que pase a partir de ahora, voy a quererte toda la vida.
Te lo prometo "

Pero qué grande eres Risto Mejide.
Gracias por hacerme ver que no todos
mis defectos son malos, por sacarme una
 sonrisa en días tan nublos y [...]
Qué bueno leerte.